¿Cuando debemos hacerle una revisión de la vista a nuestro hijo?

Los ojos de los niños están trabajando constantemente, en el cole, cuando hacen deporte, jugando… y hoy en día hay que sumar a la lectura, escritura o dibujo el uso del ordenador, tablets y móviles.

Un 80% de lo que aprende un niño le llega por la visión.

En nuestra óptica te recomendamos una revisión de la vista entre 3 y 5 años de edad, y posteriormente una revisión anual aunque no tengan problemas de visión, ya que cuando nacemos el sistema visual no está maduro y va evolucionando hasta los 7-8 años de edad. Durante los años del desarrollo del niño y de su sistema visual es muy importante que puedan utilizar los 5 sentidos de la mejor forma posible para poder aprender y relacionarse correctamente, ya que si el niño no alcanza a ver bien lo que el profesor escribe en la pizarra o no puede enfocar correctamente las letras del libro seguramente baje su rendimiento escolar.

Por eso es más que importante la revisión de la vista, para una precoz detección, diagnostico y tratamiento, de forma que se puedan prevenir futuros problemas de aprendizaje.

A continuación te dejamos una lista de comportamientos y síntomas que pueden indicar algún problema visual en el niño:

  • Tuerce un ojo.
  • Se marea en el coche.
  • No le gusta leer.
  • Necesita acercarse mucho para leer.
  • Frunce los ojos cuando mira a objetos distantes (la pizarra) o hace muecas mientras lee.
  • Lee más despacio de lo normal.
  • Mueve mucho la cabeza cuando lee.
  • Vocaliza cuando lee en silencio.
  • Utiliza el dedo o un objeto para seguir la línea de lectura.
  • Adquiere una posición rígida cuando mira de lejos.
  • Con funde algunas letras (la a con la e, la n con la u, etc.)
  • Escribe pegando la cara al papel.
  • Se queja de dolores de cabeza, mareos y náuseas.
  • Se muestra altamente sensible a la luz.
  • Cierra o se tapa un ojo de vez en cuando.
  • Tiene lagrimeo.
  • Si aparecen legañas frecuentemente al levantarse.
  • Ojos rojos de manera frecuente.
  • Pupila de color blanquecina o no es redonda.
  • Entorna o guiña los ojos.
  • Se rasca los ojos con frecuencia.
  • Existen diferencias de visión al taparse los ojos.
  • Caída de los párpados superiores.

Observa a tu hijo, y si detectas que tiene alguno de estos comportamientos y síntomas no dudes en traerlo a nuestra óptica para hacerle una revisión de la vista, a parte de las revisiones anuales rutinarias.

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Por que  como dice el dicho : «más vale prevenir que curar«

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